Si no creyera en la locura
de la garganta del cenzontle....

Si no creyera/ Meche/ en tu luz/ y en las gargantas/ que habitan/ en las manos/ y en las palabras/ que las desatan/ no seguiría escuchado/la llamada de los tiempos/ y se borraría tu voz/s de la esperanza/ por eso hoy/ te despido/ contenta/ sabiendo que pronto/ cabalgaremos livianas/ las riveras más profundas/ por ahora/ hasta pronto/ Gracias! por compartir con nosotras/ tanta Vida/


martes, 28 de julio de 2009

Para acabar con la cultura...

las nuevas autoridades de facto de la Secretaria de Cultura, Artes y
Deportes, representadas por la diputada Mirna Castro se han propuesto
declarar la guerra al espíritu libre y al pensamiento. Han iniciado
persecuciones, despidos, manipulaciones y coerción con el fin de
depurar la institución de sus propios fantasmas. Vuelven los
paracaidistas, gente inexperta e incompetente, guiados además por una
visión bastante primaria y reducida de la cultura.

Hasta antes del golpe, hablar de cultura, significaba hablar de
gobernabilidad, de equidad y de derecho. Ahora se hace prácticamente
imposible sostener una lógica de movilización social, de
participación, de fortalecimiento de lazos comunitarios, de repensar,
en el marco de una pluralidad, al “ciudadano” expresado en todo su
potencial creativo.

Los procesos de democratización y descentralización que veníamos
trabajando se revierten, queda en negativo la política cultural que
resguarda la diversidad y a su vez es un retroceso en la conformación
de una cultura política sana, abierta y dialogante en el país.

Ahora la multitud de ciudadanos que pretendemos ejercer nuestro
derecho a participar, a condenar la violencia y a proponer desde la
diversidad de visiones, somos considerados apátridas, una suerte de
gentuza del otro “bando”, porque manifestamos corrientes de opinión
distintas que son incapaces de entender.

Para quitarse de encima un “problema”, es decir al pueblo manifiesto,
al pueblo participando de manera activa de su destino, para acabar de
una vez por todas con la cultura o con cualquiera que no sea la suya,
las autoridades de facto están recurriendo a acciones represivas que
sólo se encontraban en manuales de adoctrinamiento psicológico militar
de las épocas golpistas que se pensaban superadas en América Latina, o
en tratados de supersticiones, idolatrías, hechicerías, ritos etc.,
etc... que se usaban para la “Nueva España”, la versión colonizadora
de la cacería de brujas.

Como ciudadana, artista y trabajadora de la cultura es un deber
manifestarme cuando los de facto hablan de prohibir, censurar, borrar,
quemar y castigar la humanidad que se exprese en todas aquellas obras,
que les resulten incomprensibles y amenazantes.

No cedamos nuestros derechos a gobiernos de factos (golpistas) a la
libertad de expresión, creación y manifestación, a tener una
institucionalidad eficiente al servicio del arte, del artista, de la
cultura y de la identidad nacional.

Isadora Paz

Artista de la Escena/Danza Contemporánea
M.A. in Politics / Especialista en Gestión cultural
Directora de la Unidad de Planificación y Evaluación de Gestión
Secretaria de Cultura, Artes y Deportes
(Cancelada de mis funciones arbitrariamente y en el marco
de la ilegalidad el 10 de Julio, 2009)

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