Si no creyera en la locura
de la garganta del cenzontle....

Si no creyera/ Meche/ en tu luz/ y en las gargantas/ que habitan/ en las manos/ y en las palabras/ que las desatan/ no seguiría escuchado/la llamada de los tiempos/ y se borraría tu voz/s de la esperanza/ por eso hoy/ te despido/ contenta/ sabiendo que pronto/ cabalgaremos livianas/ las riveras más profundas/ por ahora/ hasta pronto/ Gracias! por compartir con nosotras/ tanta Vida/


viernes, 21 de noviembre de 2008

PREMIOS PARA MUJERES

PORQUE NUESTRAS VIDAS CUENTAN
amanda castro
Proyecto Siguapate e Ixbalam Editores

La mayoría de las personas contamos en la vida con 15 minutos de fama/ que hay que aprovechar/ para que se produzca en nuestras vidas un verdadero y genuino cambio/ por aquellas rarezas de la vida/ este año yo tendré tal oportunidad en dos ocasiones/ y por las mismas razones/ El 20 de noviembre recibiré la Hoja de Laurel en Oro/ otorgado por la Secretaría de Cultura de Honduras/ y el 25 de noviembre/ las compañeras de la Asociación Nacional de Escritoras de Honduras/ han decidido incluirme entre las cuatro voces de mujeres que honran este año/ Ambos me están siendo entregados en reconocimiento a mi labor en la promoción y difusión del arte hondureño/ y sobretodo por contribuir a divulgar la literatura escrita por mujeres/ El 25 de noviembre/ sabemos/ es el Día Internacional de la NO Violencia contra las Mujeres/

Después de una re/lectura del Baghavad Gita/ El Popol Vuh/ y otros textos feministas que han guiado mis pasos siempre/ y después también de consultar el Calendario Maya Tzolkin/ y meditar atentamente/ sobre la significación espiritual de ambas fechas/ he decidido lo siguiente/

Aceptar el premio otorgado por la SCAD de Honduras/ en un evento que se llevará a cabo en la casa presidencial/ por respeto/ NO a la casa/ ni a sus ocupantes/ sino a la mujer que me nominó para tal premio/ La Compañera Escritora/ Rebeca Becerra/ de quien aprendí hace tiempo/ todo lo que sé del sufrimiento/ de este país en la Década Perdida/ Rebeca ha estado siempre para mí/ ligada no sólo a los desaparecidos de Honduras/ sino también a nuestra incipiente literatura testimonial/ y es a mi juicio quien merece un premio/ Es por respeto a Rebeca/ y a tantas otras mujeres que se han visto retratadas en mis palabras/ que acepto en su nombre/ ambos reconocimientos/

Hablo sobre todo de las más de mil mujeres asesinadas en este país/ y para quienes nadie recuerda ni siquiera su nombre/ Aprovecho estos 15 minutos de fama que la vida me otorga/ para ponerlos a su servicio/ porque de qué nos sirve tener la vida/ y la fama/ si no es para el servicio de una colectiva mayor/

Después de mucha y sosegada meditación/ he decidido traspasar la honra a estas mujeres/ darles a ellas el merecido premio/ que tanto les hace falta/ sacarlas del silencio/ recordar su vidas/ celebrar sus vidas/ y condenar sus muertes a destiempo/ llevando a cabo una vigilia/ ayuno/ceremonial los días 24 y 25 de noviembre/

Este homenaje/ comprende tres diferentes matices/ el primero es el ritual de convocación y convivencia con todas nuestras muertas a destiempo/ con todas nuestras muertas que vivieron una muerte violenta/ estas acciones las comenzamos el 31 de octubre/ en combinación con la colectiva Las Estaciones/ con quienes/ de la artesana y espiritual mano de Araceli Acosta/ se erigió un altar mexica/ que invocó sus nombres/ para que vinieran a compartir con nosotras/ Desde ese día/ han estado en nuestra casa convocadas/ las mujeres/ que murieron por el simple hecho de ser mujeres/ Desde ese día me urgen/ por dentro/ estas palabras/ que me llevan a realizar por fin las acciones/ y a abandonar los miedos/ y los silencios/

Yo he dedicado mi vida profesional/ a la producción/ el estudio/ y la publicación de las voces de mujeres/ que valientemente han hablado en nuestra sociedad/ y contra ella/ Yo que desde hace mucho vengo tejiendo para todas/ una Celebración de Mujeres/ no puedo ahora a nuestras muertas ofrecerles nada menos/ que la propia vida/ —la razón/ de las palabras/ y los vientos—/ ¿De qué me serviría a mí/ esta vida/ ésta que aún tengo/ si no la uso/ para Ser/ consecuente con mis palabras?/ Vivo por fin/ lo que tantas veces he deseado/ poder con las palabras de todas las mujeres/ bordar una historia común/ una casa/ un espacio en que la vida se encuentre/ dignamente/ con la muerte/

Ayuno con ellas/ para morir un poco con ellas/ todas sus muertes/ para invocar con ellas/ sus vidas/ para gritar/ desde sus silencios/ que sus vidas/ —Nuestras vidas—/ cuentan/ pues ya sabemos que sus muertes/ no han contado para nada/ Ayuno con ellas/ porque estoy harta de vivir/ en el silencio/ y a la vez llamarme escritora/ y editora de voces/ que se lleva el viento/ Ayuno/ para que cada una de las mujeres escritoras/ artistas/ ida/ venida o por venir/ pueda sentirse digna/ de esta historia y de esta vida/ que nos tocó vivir/ Ayuno con ellas/ en público/ aprovechando la fama/ que las mismas mujeres han otorgado a mis palabras/ porque quizás sea esta la última oportunidad/ que tenga yo para participar/ para lograr que la Hondura cambie/ para que logremos mirarnos en los espejos/ y dejemos de sentir vergüenza/

No hago esto por vana/gloria/ propia/ pues qué gloria pueden darle estas acciones a una mujer/ que apenas y logra respirar/ que gloria puede obtenerse de una entrevista en un periódico/ que mañana dedicará el mismo espacio a un futbolista/ a un político abyecto/ o a un anuncio de un payaso trasnacional y asesino/ Ninguna/ Porque la gloria/ radica tan sólo en tener la oportunidad de morirse dignamente/ y escoger hacerlo/ con su propia voluntad/

Hago esto sin ánimos de lucro/ y más bien gracias al auspicio de muchas compañeras solidarias/ mi familia y mis amigas/ y sobretodo/ hago esto porque a mí/ como decía Ana María Rodas/ hace quince años en Guatemala/ a mí también me duele esta lista interminable/ de mis muertas/ ésta que traigo entre las manos/ y me duelen las lágrimas secas que mi madre/ —este país que adoro—/ no ha podido soltar/ para liberarse de sus muertes/

Hago esto porque es hora de pagarle a la vida/ toda la poesía que me ha dado y el amor/ Porque estoy dispuesta a morir/ dignamente/ hablándole a las mujeres de las mujeres/ Hago esto porque ha sido mucha ya la sangre derramada/ en la cintura de la patria/ mitad de todos los silencios/ Hago esto porque es lo único que puedo hacer/ para manifestarme/ contra la cultura de la violencia/ para vivir/ recuperando entre todas/ nuestra vientre/ profundamente herida por el parto/

Hago esto con mi cuerpo/ desde mi cuerpo/ el único que tengo/ frágil igual al de todas las mujeres/ Este cuerpo prohibido/ silenciado y mutilado/ este cuerpo que resiste/ y se empecina en seguir latiendo/ igual que la tierra en las montañas/ Re-cobro con él/ con ella/ cada una de las caricias que me fueron negadas/ que quedaron en sus manos y en sus gestos acalladas/ re/cobro con sus cuerpos/ cada ápice del dolor/ de estar vivas/ cada rayo de luz/ que pulveriza los ojos/ y los de todas las ausentes/ y sus madres/ y sus hermanas/ y sus amigas/ y sus compañeras/ y sus amantas/ y todas las que un día/ volveremos al mar/ para cambiar con su ritmo la existencia de los siglos/

Ejerzo desde el hambre/ mi derecho a hacer con mi cuerpo lo que quiera/ y a escoger/ cómo vivo/ y cómo muero/ ejerzo mi derecho a expresarme libremente/ a participar en los procesos democráticos de mi país/ Me re/uno en la plaza/ con las mujeres que tanto amé/ para que de una vez se entienda claramente/ cómo lo más íntimo puede llegar a ser una manifestación política/ totalmente puesta en rebeldía/ —des/obediencia total—/ porque las mujeres asesinadas en mi país/ aunque civiles y obedientes/ regaron con su sangre/ este hastío/ —yo no puedo más/ que inclinarme ante sus cuerpos/ mutilados/ y ofrecerles/ mi eterna gratitud/ por haberse ofrendado/ con tanta abnegación/ Yo no puedo más/ que exigir de la vida/ que me viva/ con locura/ y no me muera/

Hago esto porque he logrado comprender/ por fin/ que sólo vive/ quien está dispuesta a morir en el intento/ y como sé que la fuerza está en los números/ pido a las mujeres/ que se unan a mi causa/ que engendremos de una vez la colectiva/ que salgamos a las calles/ que volquemos nuestra ira y nuestra indignación/ por “tanto cuerpo/ tierno/ muerto”/

Pido a la mujeres que estén listas/ que entren conmigo/ este camino a ciegas/ que fluyan conmigo/ igual que las aguas/ que nos rompen el abismo/ Que se acerquen las madres/ las hermanas/ las parientas/ de todas las mujeres/ organizadas y sin organizar/ y aún las desorganizadas como yo/ todas/ una/ y la misma/ al mismo tiempo/ que se sienta de una vez/ la fuerza de su nombre en lo profundo/ y se escuche en la Hondura/ nuestro mar/ el más hondo y verdadero de todos los mares/ Huracán/ Hunanpú/ Ixmucané/ Gaia/ Frida/ Alejandra/ Ricci Mabel/ Clementina/ Doña Lety/ Janet Kawas/ Zoila/ América/ Lourdes/ Pilar/ Pierrette/ Simona/ Dulce/ María/ Juana/ Daisy/ Sara/ Nancy/ Melissa/ Francis/ Jessica/ Virgen/ Paloma/ Karla/ Katia/ Gloria/ Rebecca/ Isadora/ Regina/ Cecilia/ Guillermina/ Ruth/ Marina/ Leticia/ Gladis/ Lesvia/ Patricia/ Pete/ Suyapa/ Martha Regina/ Luisa/ Nela/ Diana/ Maura/ Carmen/ Victoria/ Helen/ Margarita/ Guadalupe/ Soraya/ Angelita/ Zulema/ Marlene/ Elvira/ Alejandrina/ Rubenia/ Sonia/ Sandra/ Zonayda/ Mariana/ Dermis/ Aleyda/ y todos los nombres contenidos en esa lista/ y todos nombres de las mujeres desconocidas/ a quienes la historia entregó tan sólo un número/

La propuesta es simple/ pero requiere de cada una/ que tomemos por decisión propia/ la necesidad de participar/ una vigilia en el parque central/ la noche del 24/ para seguir con el ayuno hasta la medianoche del 25/

Que pasen por la tienda/ todas las mujeres que han sufrido violencia/ y violación/ en sus familias/ de sus padres/ padrastros/ hermanos/ tíos/ amantes/ sacerdotes/ maestros/ primos/ policías/

Que pasen todas las mujeres que se han visto obligadas a trabajar en el campo/ y en las maquilas/ y sobreviven la violencia del acoso sexual en el trabajo/ y mutilan sus cuerpos/ produciendo/ millares de prendas/ tejidas con agujas de sangre/ para poder darle a sus hija/os una vida más digna/ mujeres que pierden su cuerpo/ doce horas de pie/ en movimientos forzados/ anti/naturales/ para que puedan/ gringos/koreanos/ europeo/ y demás/ hartarse manjares en las costas de marfil/ y en casa blanca/

Que pasen por la tienda todas las mujeres/ que se han visto reinfectadas/ una y otra vez/ porque el marido/ rechaza un condón/ y la cooperación sigue haciendo de las mujeres/ maquinitas para parir niños/ Atención a las embarazadas solamente/ las demás/ bien merecido lo teníamos/ por andar de birriondas/

Que pasen por la tienda todas las mujeres/ que viven aterrorizadas por sus hijos/ por sus compañeros de hogar/ esos que por las noches les recuerdan/ que no son nadie/ que pueden ellos en cualquier momento entrar por la puerta y degollarlas/ esa mujer que aún le plancha las camisas/ y duerme con un ojo abierto/ poniendo llave en la puerta del cuarto de las hijas/

Que pase por la tienda todas las mujeres/ que estén dispuestas a no seguir callando/ a no seguir aguantando/ a no seguir/ simplemente/ que pasen por la tienda/ todas las mujeres/ que quieren vivir la vida/ “no morirla”/

Que pasen por la tienda/ todas las niñas/ que sepan comprender/ que la vida es la vida/ y la muerte es la muerte/ y que tienen derechos/ como todos los seres sintientes/ y que tienen el deber de buscar/ y de exigir/ de su sociedad/ las formas de alejarse del sufrimiento y sus causas/ Y que tienen derecho a vivir/ la felicidad y sus causas/ Que pasen por la tienda todas las mujeres/

Comunicado de Prensa

amanda castro transfiere Hoja de Laurel a Mujeres Asesinadas en Honduras
20 de noviembre del 2008


Este reconocimiento que por propuesta de la Escritora Rebeca Becerra recibo esta noche, deseo transferirlo a las millares de mujeres asesinadas y a las mujeres sobrevivientes de las diferentes formas de violencia encubierta por una paz disfrazada de democracia en nuestro país y cuyas raíces sustentan una sociedad patriarcal, machista y misógina que necesita sanar.

Yo que padezco una enfermedad incurable, sé que la única forma de sobrevivir, es aceptando el desafío que implica el vivir una vida digna, y no la vida que viven las mujeres víctimas y victimizadas por quienes dicen amarlas.

Ya es tiempo que las mujeres y los hombres de nuestro país admitamos que el peor de los males que padecemos es el haber creado una sociedad que condena a la sumisión y a la servitud al 52% de la población, para poder mantenerse ellos en el poder y para gozar de los privilegios. Lo más grotesco es que esto sucede en un Estado cuya constitución supone garantizar igualdad y equidad para todas las personas.

En honor a las mujeres, porque una somos todas, los días 24 y 25 de noviembre realizaremos un ayuno desintoxicador en el Parque Central, con la intensión de reclamar el saneamiento de nuestra sociedad, porque sólo aceptando y admitiendo la enfermedad es la única forma de aspirar a una cura.

El 24 a las 9:00 realizaremos una conferencia de prensa y daremos inicio al taller literario de “Nuestras Vidas Cuentan: Escritura contra la Violencia Femicida”, y por la noche realizaremos una Vigilia Cultural para honrar a todas nuestras mujeres asesinadas en nuestro país y en la región Centroamericana. El 25, Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres y las Niñas, se realizarán una serie de actividades a las cuales están todos y todas cordialmente invitadas/os.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Siguata Mayor


OIME, para vos
con todo el amor


La Siguata Mayor es muy interesante/ aunque es también muy impaciente/ Interesante es porque es muy sabia/ esa mujer/ —esa elota/ quiero decir—/ sabe mucho de la medicina/ sus abuelas le enseñaron mucho de las plantas/ no solamente a plantarlas/ cuidarlas y cultivarlas/ sino sus mágicos secretos curativos/ Las ancianas le enseñaron a usarlas/a hacer magia con ellas/ ella sabe que es posible vivir sólo de las plantas/ En el fondo ha descubierto que ella es una planta/

Ella es una de esas chamanas que cuando se transmutan/ no se transforman en animal/ sino que en planta/ Y así es a veces/ una Ceiba/ fuerte/ de esas que marcan entradas secretas a mundos mágicos/ Y otras veces/ una flor de lotus/ de esas que se deshojan en mil pétalos/ que se reproducen por sí mismos cuando alcanzamos la iluminación/ y otras/ simplemente/ un Siguapate/ —medicina de mujer—/ tés/z calientes/ para aliviar el dolor de la sangre/ y regularnos los ciclos lunares/ Medicina / fuerte pa sacarnos los parásitos de encima/

Su impaciencia radica en no lograr comprender el silencio apañador de los corruptos/ y las corruptas que les otorgamos/ el poder/ con nuestro propio silencio/ Para ella es simplemente incomprensible/ eso de ver matar a una mujer/ o ver descuartizar a un hombre/ o ver un niño siendo vendido al mejor postor/ y quedarse callada/ eso no es humano—piensa/ entonces en un afán desesperado por despertarnos/ de nuestro sueño/ vuelto pesadilla/ en un afán por ayudarnos/ a re/cobrar la poca humanidad que nos queda/ decidió dedicarse a escribir/ A escribir historias que cuentan mucho/ historias de las mujeres/ y de los pueblos que han perdido el bosque y su líquido vital/ Ella nos recuerda igual que la canción/ “agua clara/ agua de la creación/ mi esencia”/ nos canta mientras/ pasa entre aromas de almizcles y albahacas/

Ella escribe porque si no escribe/ se muere/ y si muere la que escribe/ muere la vida/ como dice la canción del cantor/ Ella escribe porque sabe/ que nombrándolo diferente/ hacemos al mundo diferente/ Yo desde hace tiempo/ me dedico a leerla y a tomar sus tés cuando hace falta/ comprendiendo/ que su cura y su sabiduría son infinitamente profundas/
amanda castro/ comayagüela/ honduras/ septiembre, 2008/

Se está arrimando el día feliz


A las mujeres de la Red
de Escritoras y Artistas Feministas


Se está arrimando un día feliz
como hace un barco tras los meses
se está acercando un día de abril
un día de abril se va a arrimar
a los finales de noviembre.
Silvio Rodríguez

Cómo me atrevo a suponer/ ser la mujer que escribe la historia/ de mujeres/ múltiples mujeres/ cada una con múltiples historias/ ¿Cómo podría yo?/ Que apenas y llegué/ a conocerlas apenas/ y a saborear de cada una su verdad entre sus labios/ Yo que apenas tuve tiempo/ para ver con mis pobres y cansados ojos/ sus destelloz/ y la brasa en su piel/ ardiendo como su centro/ yo de todas tuve tan sólo el deseo/ —leerlas incansablemente—/ ver a las que aparecían de pronto por los caminos/ fugaces como cometas/ mágicas como el amor/

¿Quién puede contar?/ tejer con sus cuentos/ esas historias tejidas con sus cuentos/ hasta que la madeja llega a su fin/

Cómo escribir tanto/ y a la vez ser escrita tantas veces/ por sus manos escribiendo/ las manos de una mujer que escribe/ ¿Cómo escribir?/ Una mujer que escribe desde sus cuerpos/ desde SU CUERPO/ ¿Cómo Ser?/ todas/ yo/ y la misma/ —al mismo tiempo—/ la que lee y la que escribe/ la que existe y la que cuenta/ ¿Cómo no llamarle a esto locura?/

Yo/ ya mariposa de papel/ siento escrito cada palmo de mi piel/ de este cuerpo que se apresta al vuelo/ viento/barco/casa/ancla/ aquí en mí/ como la Hondura/

Todo cae con su propio peso/ los amores/ los encuentros/ los engendros/ las rupturas/ las particiones/ los ecos y las señas/ y las frases hechas/ que existieron sólo entre nosotras/ las mías para vos/ las tuyas para ella/ las de ella para ella/ las de ellas para ellas/ y las de todas para todas/

Cómo sé que este texto/ que escribo aquí en este cerro/ del trópico/ del corazón/ —helado por el momento—/no son las manos de una mujer/ que acaricia con paciencia la piel de su amante/ hasta vertir el fuego/ y ver las culebras danzar/ horas sin fin/ ¿cómo distingo?/ ¿cuál es el cuento?/ ¿cuál es la historia?/ ¿cual de las dos/ la verdadera?/ —¿acaso importa?—/

Esa/ lamentablemente/ es la única experiencia de la colectiva/ que me interesa/ completarme con el aire que sale de tu boca/ calmarme con él/ este ahogo que me precipita los bordes/ y me impulsa a destiempo/ a llorar cuando reís/ a cantar cuando callás/ a vivir cuando muero/ a quererte cuando no estás/ a entregarme en tu ausencia/ éste en mi karma/

Éste es mi darma/ una espalda de espejos/ puntiaguda/ que hacía a todas brincar/ uyuyuy… no me acerco/ Coraza y corazón/ en una/ quitarme el caparacho al ver mi reflejo en su ojo/ —el de su espejo/ que era el mío—/ y en mis ojos tantos espejos como mujeres amé/ y las que ellas habían amado/

Eso es/ lamentablemente/ del lesbianismo/ la única práctica que puedo dar/ sin que corten mis puntas/ sus preciosas alas/ Cada mujer que me miró/ y se miró en mis ojos/ yace vertida en mis palabras/ y vuelve a nacer cuando se lee/ —cada mujer—/

Lamentablemente/ las palabras a veces no pasan/ del papel/ y la práctica impide la colectiva/ Lo con/ cre/ to/ del aquí/ no deja que cuaje/ el sueño/ porque falta el aire/ y el tiempo nos atrapa por la espalda/ y la muerte nos persigue por las calles/ de las ciudades que amamos/ y vivimos/ pestilentes muertes menores/ que asedian la vida cotidiana/ Ésta que logra que esta tinta/ quede escrita en este papel/ y no en otra tinta/ en otro papel/ de otra mano/ con otro cuerpo/ de otra mujer/ en otra vida/ en otra cotidianidad/ y así sucesivamente/

Siguapate/ comenzó cuando una mujer/ bordó con paciencia/ las roturas de mi alma/ y me regaló una red/ de diversas mujeres bordadoras/ y amantes/ Así fui tejiendo lentamente/ este carapacho de afuera/ para adentro/ para encontrar la clave/ la pieza exacta/ que haría desencajar de mis hombros/ la rígida estructura/ y permitirle el fluir/ a las palabras/ rojas como mis venas/ y mi sangre ahora adelgazada/ bordando con sus patas de araña/ mi rostro/ y todas las historias que no logré escribir/

Ahora que las redes de los adentros se separan/ se entrelazan más profundos/ los sueños de los afuera/ —aquella gigantesca red que atrapaba sueños/ y dejaba pasar las pesadillas/ para que no nos persiguieran/ Ahora que soy/ tan solo tejido que se pudre/ y puntos que se acentúan para verter el prana sobre los pastos/ Ahora soy sólo palabras/ que pulsan desde dentro/ zurciendo de heridas el ocaso/ Ahora soy/ sólo el amor que las preserva en este espacio en blanco en que no están/ y las invoco en mis palabras/ con las suyas/ Ahora soy/ sólo palabras que aguardan el silencio/ en paz/
amanda castro/ 6 de noviembre del 2008/3:00 a.m./ comayagüela/ honduras/

LA MAS CARA SOMBRA


Llueve otra vezdetrás de mis frontales,
o campos sin abrigos,o calles sin portales.
Silvio Rodríguez

Desmorono la máscara/ cae de pronto/ una por una/ cada mujer que he amado/ en las palabras/ sus gestos/ sus gemidos/ su humedad/ confundidas/ lágrimas/ silencios oportunos/ decisivos y tiernos/ cada una emerge/ ante mí/ marcada/ en la piel/ y en la esperanza/ cada una de tus alas/ reventando en tu vientre/ entre arena rojiza que se pierde en la tarde/ frente al mar/

Cada mujer que amé/ contenida/ en cada signo/ en cada marca/ en cada hueco/ en cada poro/ en cada tiempo/ en cada Ser/ en toda mí/ ser de ala mariposa/ dulce compás/ que marcó sus caderas con tus besos/

Despego la máscara/ y descubro en el rostro/ mil mujeres que amaron una vez/ y otra/ y otra/ y así.../ hasta cubrir con un manto de luz el universo/ Desbordada en llanto/ veo en mi espejo/ todas las mujeres que habité/ como esta sangre que habita las venas en mi vientre/ veo en todas el llanto del encuentro/ y la ruptura de la tinta que fluye mensualmente/ Veo en todas/ palabras/ dibujadas/ y confieso que hay algo de mí en el antifaz/ y entre sus pasos/ todas ellas/ amaron/ tan intesnamente como yo/ poesía y amor/ fruto y promesa/ canto y deseo/ todas ellas/ amaron profundamente/ la vida que habitó sus cuerpos/ todas ellas te amaron/ sin pe(n)sar/

Hay tanto de ella entre mi ser/ que ya no distingo/ ¿cuál soy?/ de quién es el cuerpo/ que pueblan las caricias/ el tuyo/ el mío/ el nuestro/ la nuestra que somos/ cuando logramos amarnos mutuamente/

Veo un espejo/ y en ella/ la más/cara/ sombra/ una mujer que escribe/ a una mujer que escribe/ una/ mujer/ se escribe adelgazando palabras/ con el viento/ una mujer ausente/ que se dicta desde el fondo/ de la tierra/ entre los llantos/ sus zapatos vacíos/ nos cuelgan en el pecho/ una mujer/ simplemente/ por ser mujer/ —amenaza infinita de la aurora—/ temeraria adivina de los tiempos/ una mujer con mil verdades/ esta que soy/ cuando logro escucharme entre tus cantos/ amalgamada/ fundida/ hundida/ profundamente humedecida por el llanto/ una mujer/ país y tierra adentro/ cuenco y vasija de barro/ que se colma/ con la sangre del deseo/ —hondura/ espiral y firmamento—/ una mujer completa/ una intensión/ divinamente manifestada/ una mujer marcada en la piel/ como la noche/ y la estrella en su costado/ —anversa y reversa—/ al mismo tiempo/ una tan sola/ mujer/ la misma que muere/ cada vez que una semilla se parte/ la misma que emerge entre la maleza/ erguida/ plena en su luz/ verde en su esperanza/ roja en su tierra/ oscura como su sangre/ tenue como su viento/ una mujer armada/ en fragmentos/ de noches/ de copal/ una mujer de humo/ una mujer de viento/ alma que muere para habitarnos el corazón/ herida/ y recordarnos/ los sueños que atrapados esperan/ que nuestras manos las borden con ternura y amor/

Suelto la máscara/ fundida en el medio/ luz y sombra/ mujer con mujer/ amor profundo/ vida que sueña/ la vida/ que habita en los cuerpos/ de este tiempo/ en este sueño/ y este mar/ —consciencia creadora—/ sonidos que emergen de la nada/ combustión espontánea/
amanda castro, Proyecto Siguapate e Ixbalam Editores