AMADA JUVENTUD, AMADA UNAH

Sin duda alguna vivimos tiempos duros, la incompetencia y el desamor que manifiestan los extremos de esta polaridad en que nos han sumido, y donde quedamos atrapados los que ansiamos y trabajamos en pro de la cotidianidad, de los que no nos sentimos identificados con la barbarie, y de los que realmente creemos que no existe argumento alguno por el que alguién llegue a violentar, llegue a cometer atentados contra los ralos bienes de una pobre hondureñidad, y aún más grave contra nuestras vidas humanas, hoy, hoy nos toco vivir otro episodio en dejavú de los 80´s. Nos toco sufrir otra herida a la razón, a la paz , y la violación de nuestra autonomía universitaria.

A la madre Honduras, como cualquier madre espantada le duele ver a su prole afanada en enfrentarse, faltándose al respeto, golpéandose, gritándose, ofendiéndose y haciéndose crecer una profunda brecha en vez de caminar a la conciliación. Y esta madre, nuestra madre, como sabia madre, ni a unos ni a otros puede darle el beneplácito pues ultrajar a una hermana, o a un hermano jamás se justifica.

Este sufrimiento de la madre Honduras cruelmente se intensifica cuando estos hijos e hijas son motivados a reñir por otros y otras en calidad de ajenos a su familia.

Ella, la Patria como madre y como muchas, se pregunta ¿En qué fallé? y probablemente se responde -será que no les enseñe que la familia está primero, que un tercero, los terceros nunca deben meterse en lo que no les compete, y que incubar riñas al fin y al cabo las termina en sufrir su misma familia.

Ellos los terceros identificados o aún no tan identificados disfrutan a lo lejos, en colores extranjeros o en colores similares, en deleites perniciosos festejan la destrucción de una frágil estructura de la nacional familia, créanme que la PATRIA no encuentra "conveniencia" para el perjuicio de ninguna o ningún miembro de su familia catracha.

Y agrego con humildad a estos cuestionamientos maternos ¿Que ganan este par, estas pares al guerrear? y si no les molesta leerse otra pregunta ¿Que ganan los que "echan a pelear" a los hermanos, a las hermanas?

A esta mujer que hoy les escribe, que enterró su ombligo en la costa hondureña, le duele lo que pasa, si me duele, me duele lo que nos hacen pasar. Me ofende y me insulta, si de nuevo e históricamente me insulta que nos crean y nos asuman como "tontos y tontas útiles".
Al vernos en torbellino de violencia, en terco fundamentalismo, después de observar y de sentir a los y las jóvenes de hoy, a los y las policías de hoy con las viejas conductas, con las indeseables conductas incivilizadas que se expresan en la piedra y la bomba lacrimógena, me cuestiono ahora a mi misma ¿Qué hice mal como docente, como hondureña? ¿Tan poco hábil fui en transmitir el aprendizaje obtenido de una década perdida?

En momentos como estos, mi amada juventud, a ustedes las y los psicólogos en formación de Honduras, no me queda más que recordarles que nuestro rol es aportar a la solución no al conflicto, que su PATRIA, la madre catracha, las y los necesita vivos, y vivas trabajando, educándose, salvando vidas, desarrollando potenciales, generando desarrollo en sus comunidades, Honduras no necesita un mártir o una mártir más, la estupidez de los 80´s ya dejó bastantes, y ninguna causa merece la pena perder una vida, y ninguna causa que se defiende con violencia, hace alarde de razón, de saber, ya sea sabiduría de pueblo o de sabiduría científica que le es propia a la Psicología.

P.D. espero que a nadie moleste mi sentir, y que a nadie ofenda que me apropie de la UNAH, estas palabras son puro amor por la casa que me formó y por la tierra que me vio nacer.

Patricia Mackay A.
Psicóloga
Docente Universitaria
Miércoles 05 de Agosto de 2009