Si no creyera en la locura
de la garganta del cenzontle....

Si no creyera/ Meche/ en tu luz/ y en las gargantas/ que habitan/ en las manos/ y en las palabras/ que las desatan/ no seguiría escuchado/la llamada de los tiempos/ y se borraría tu voz/s de la esperanza/ por eso hoy/ te despido/ contenta/ sabiendo que pronto/ cabalgaremos livianas/ las riveras más profundas/ por ahora/ hasta pronto/ Gracias! por compartir con nosotras/ tanta Vida/


martes, 7 de julio de 2009

¡NO MENTIR! ¡NO MATAR!

La iglesia y el golpe militar en Honduras
Juan Almendares

Un llamado de las jerarquías de las iglesias para justificar suposición y participación en el golpe militar en Honduras es aplicaruno de los principios morales, éticos o mandamiento de la Iglesia: No mentir.

Primero preguntémonos quién dice la verdad o la mentira con respectoal golpe militar: ¿Existe golpe militar en Honduras? ¿Qué significauna carta de renuncia que justificaba el golpe y que nunca fuefirmada por el Presidente Zelaya? ¿Se violentó la ley y laConstitución con la captura, secuestro y casi asesinato de unPresidente y el terror de su familia? ¿Adónde se dice en laConstitución que se puede expulsar un hondureño y sobre todo unPresidente de su propio país?

¿Se puede casi matar al Presidente sin derecho a la defensa y juicioético, legal y legitimo? ¿O existe en la Constitución el castigocomo secuestro, el terror a las víctimas y la tortura psicológica?¿Dónde está la ética jurídica; es justa o injusta la sentencia de laCorte Suprema de Justicia? ¿Se siguió el debido proceso y quien fueel abogado defensor del Presidente?
Aun siendo ilegal y violatoria a todos los derechos humanos lacaptura del Presidente por qué se violó la ley al ser capturado pormilitares y no por los cuerpos policiales ¿Se puede hacer eldiálogo, presumir de democracia y hablar de la Paz en un Estado deDerecho reprimiendo al pueblo con francotiradores, y soldados quecaminan con sus rifles y metrallas apretando el gatillo contra unamarcha pacífica de protesta contra el golpe militar, asesinando a unniño y un joven y causando múltiples golpes y heridas al pueblo?

Con estos argumentos y otros que no hemos mencionado considera lajerarquía de las iglesias que no hay Golpe de Estado militar enHonduras. ¿Por qué no se denuncia la responsabilidad que tiene elrégimen golpista en las violaciones de los derechos humanos contra elpueblo? ¿Por qué los golpistas y la mayoría de las iglesiashondureñas hacen caso omiso a la condena mundial de lasorganizaciones de derecho humanos y también de múltiples iglesiascatólicas, cristianas y no cristianas y organizaciones de paz yjusticia , junto a la resolución de la OEA y de las Naciones Unidas?

Es el momento de rectificar y seguir el camino de la verdaderaIglesia de los pobres. Monseñor Romero expresaba: "Vivimos una hora de lucha entre la verdady la mentira; entre la sinceridad, que ya casi nadie la cree, y lahipocresía y la intriga. No nos asustemos, hermanos, tratemos de sersinceros, de amar la verdad, tratemos de construirnos en CristoJesús. Es una hora en que debemos tener un gran sentido de selección,de discernimiento." (Homilía 30 de julio de 1978, V p. 102).

Y al sufrir con su pueblo las consecuencias del sistema opresororaba:

"Es necesario hacerse racional y atender la voz de Dios, y organizaruna sociedad más justa, más según el corazón de Dios. Todo lo demásson parches. Los nombres de los asesinados irán cambiando, perosiempre habrá asesinados. Las violencias seguirán cambiando denombre, pero habrá siempre violencia mientras no se cambie la raíz dedonde están brotando todas esas cosas tan horrorosas de nuestroambiente." (Homilía 25 de septiembre de 1977, I-II p. 240)

Siguiendo el llamado de Monseñor Romero nos dirigimos al nuevoRégimen, al Ejército de Honduras y a la Jerarquías de las Iglesiascatólica y evangélica:

"Hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanoscampesinos, y ante una orden de matar que dé un hombre debeprevalecer la ley de Dios que dice: no matar. Ningún soldado estáobligado a obedecer una orden contra la ley de Dios... En nombre deDios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos lleganhasta el cielo cada día más tumultuosos, les pido, les ruego, lesordeno en nombre de Dios, cese la represión." (Homilía del 23 demarzo de 1980).

Invocamos el mensaje de Monseñor Romero al Régimen de Facto, a lospoderes fácticos, al Ejército de Honduras, que cumplan con losprincipios cristianos: ¡No Mentir y No Matar!

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